Las sillas ergonómicas reducen la tensión sobre nuestro cuerpo y lo mantienen activo.
Una buena silla ergonómica se caracteriza por tener:
- Asiento anatómico confortable, regulable en altura y en profundidad.
- Respaldo anatómico confortable, transpirable, con soporte lumbar ajustable y reclinable.
- Brazos ajustables en altura y rotación.
- Base giratoria y basculante de movimiento suave y fluido.
- Elaborada en materiales transpirables y confortables.
Herman Miller es líder en el desarrollo de sillas ergonómicas.